noviembre 07, 2008

Visitando el epicentro del amor y paz


En mi vuelo hacia San Francisco di una hojeada a la revista para los viajeros, en ocasiones hay cosas interesantes sobre algunos destinos y es una buena forma de pasar el tiempo en el avión. Me topé con un artículo precisamente sobre la ciudad californiana a la que me dirigía por cuestiones de trabajo y me enteré que ahí fue donde comenzó el movimiento hippie, sí, el del amor y paz.


En una oportunidad que tuve, no tardé en tomar el mapa y dirigirme al mítico barrio en las calles de Haight-Ashbury, donde en los 60 comenzó todo. Quiero decir en mi favor que no fui movido por un afán eminentemente turístico, sino por la curiosidad de saber cómo sería. Me encontré, como muchos, decepcionado, con lo que ahora es una mercantilización de lo que fue el movimiento: tiendas de ropa, fetiches, indumentaria y tazas con símbolos de la época, el colmo.


Curiosamente, antes de ir escuché un comentario que llamó mi atención: en SF hay mucha vagancia y gente que ya está fuera de sí, aparentemente por las drogas. Era mi segunda vez en esta ciudad y la primera fui a la parte nice de la bahía, así que ahora me había propuesto meterme en donde vive la gente común y corriente, uno de esos barrios, por supuesto, era Haight-Ashbury.


Para mi sorpresa se confirmó la advertencia, demasiada vagancia y gente fuera de sí, aparentemente inofensiva. Ya en el barrio noté algunas reminiscencias ¿o evocaciones? a la época hippie, tanto en las pinturas plasmadas en paredes, como en el aspecto y forma de vida de adultos jóvenes, desparpajados y con el mínimo aseo personal. No critico, trato de entender la herencia hippie en la zona.


Me llamó la atención que un movimiento tan poderoso se haya diluido de esa forma. Quizá debería decir que esas convicciones evolucionaron, no lo sé. Pero ¿qué es el amor y paz? Quizá los sentimientos de hermandad, de comunidad, de igualdad, de empatía y entendimiento que debemos vivir, cada quien, cada uno.


Al irme de ahí hacia la bahía, comprendí que más que una imagen, que un lugar, quizá buscaba respuestas, pero ya las tenía en el buenos días a mis vecinos, en el alto en una esquina sin semáforos donde cruzan unas señoras, en el cuidado de lo que estamos encargados a administrar y en tantas otras cosas más de todos los días.

3 comentarios:

Cecilia Guadarrama dijo...

Efra!!!!
Feliz cumpleaños. Un poco atrasado, pero siempre será mejor que no haberlo dicho.
Te mando un beso.

Cecilia Guadarrama dijo...

este...
hola :)
besos, flaco.

Fuera de lugar dijo...

¿Qué pasó corazón? Nos tienes abandonados sin tus escritos...
Besote! Liz