Amar: La otra clase de miedo

Miedo

Miedo no me da verte, pero sí mirarte cerca o a distancia
No me da miedo tocarte pero sí lo siento cuando tocas mi alma
Miedo al instante tengo cuando tu mirada
penetra en mis pensamientos y me roba impune de la boca el habla

Siento miedo cuando olvido las horas
cuando el sueño espera y en mi mente moras
Miedo invade el pecho donde los latidos
de mi corazón anuncian que te has de quedar

No le tengo miedo a las caricias tuyas sino a lo que siento
Tampoco temo a lo que inspiras, niña, sino a lo que pienso
Me da miedo que ya no te resistas y dibuje besos
en labios o mejillas para ser tu esclavo por la eternidad

Siento miedo de las muchas brechas
cuando son odiosas nuestras despedidas
cuando pienso en esto que seguro piensas
pues no me temes como yo a ti


¡Qué tal! ¿Alguien les provoca este miedo? Es un miedo que fascina... debe generar una sustancia en el cerebro, en el organismo, no lo sé, pero si la vendieran en las farmacias seguramente no la compraríamos. El poema es mío.