mayo 06, 2008

El amor según Sor Juana Inés de la Cruz 1

Soneto

Feliciano me adora y le aborrezco;
Lisardo me aborrece y yo le adoro;
por quien no me apetece ingrato, lloro,
y al que me llora tierno, no apetezco.
A quien más me desdora, el alma ofrezco;
a quien me ofrece víctimas, desdoro;
desprecio al que enriquece mi decoro,
y al que le hace desprecios, enriquezco.
Si con mi ofensa al uno reconvengo,
me reconviene el otro a mí, ofendido;
y a padecer de todos modos vengo,
pues ambos atormentan mi sentido:
aquéste, con pedir lo que no tengo;
y aquél, con no tener lo que le pido.

Suena a recorta y pega 1, pero no deja de ser una bella forma de recordar lo contradictorio de los sentimientos humanos.

1 comentario:

Cecilia Guadarrama dijo...

¡puras malditas contradicciones!
Sólo queda la paciencia...
Ah, pero no es mi mejor cualidad :(
Chale