septiembre 27, 2008

El síndrome del mago


Todo pinta bien. El o ella tienen bonitos detalles, te hace reír, te alegra la vida, comparten buenos momentos juntos, en realidad te agrada muchísimo. Desgraciadamente para ti, la cosa se complica cuando el o ella decide, conciente o impulsivamente, ir más allá. Quizá quieren algo en serio.


Ahí es donde entra el acto de magia... ¡ahora lo ven!, ¡ahora no lo ven! Y desapareciste.


Unos dicen que es miedo al compromiso, otros dicen que simplemente es que la persona no era la indicada. Una cosa es cierta: cuando uno no está tan interesado, simplemente lo deja pasar.


Probablemente en un momento dado, uno tiene la culpa por generar demasiadas expectativas. Siempre se corre el riesgo de que una de las partes se involucre más que la otra. Por ello es sano ser honestos y decir cuáles son las reglas del juego desde un principio... aunque nada impide que puedan romperse de repente.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Dejar pasar…es como restar y dividir… creo que nos creamos demasiadas expectativas… y no nos damos cuenta que solo se trata de fluir… de sumar y multiplicar… ser honestos y decir claramente que queremos, seguro hay quien embone…

tu fan #1