La Biblia es un libro interesantísimo porque no sólo es el más vendido en la historia, sino que contiene una gran cantidad de enseñanzas y recomendaciones sobre la vida y el amor. No así de la felicidad, porque en la cultura judía este concepto no existe como tal, aunque vemos que ser "dichoso" es un sinónimo bastante compatible con la idea.
Este es uno de esos fragmentos que pueden sonar idealistas para muchos, pero que encierran una gran verdad que es además práctica.
"19 No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. 20 Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar.21 Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón."
¿Dónde está tu tesoro? Esta es una manera de preguntar ¿qué es lo que más amas?, ¿qué es lo que atesoras, lo más preciado?, ¿por qué estarías dispuesto a dar la vida? Esta última pregunta no es que tenga un sentido romántico. Si somos honestos, hay cosas por las que damos la vida, como un trabajo. Se nos escurre la vida de las manos dedicándole horas y horas, incluso los fines de semana, a sacar el trabajo y nuestra propia vida queda en segundo o tercer plano. Ya no digamos el tiempo que le podemos dedicar al ejercicio o a acumular bienes. Por supuesto que nadie está diciendo que lo mencionado sea una pérdida de tiempo, que no tiene caso y que todo el mundo debería ser hippie, ¡nooooooo!
Si donde está mi tesoro, estará mi corazón, ¿entonces en qué estoy depositando mi confianza?, ¿en qué persona o cosa estoy esperanzado como para darle lo más precioso que tengo: mi tiempo? El tipo de tesoro del que se trata, habla sobre cuáles son mis prioridades en la vida. Si defines tu tesoro, entonces ahí estará tu corazón. Ahora pregúntante: ¿dónde quiero que esté mi corazón? ¿Vale la pena en donde está ahora?
La cita es Mateo capítulo 6 versos 19 al 21.
mayo 25, 2008
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