¿Por qué de pronto vienen las desilusiones? Es muy común escuchar frases como "es que él no era así", "ella ha cambiado mucho últimamente" o "de un tiempo para acá es otr@".
Todo comienza con un vendedor que hizo muy bien su trabajo. Un día toca a la puerta y te quiere vender algo que no necesitas. Tu vida transcurría en franca normalidad antes de que comenzaras a evaluar que podría mejorar con ese producto que no es nuevo, no es el mejor, pero del cual insiste en que es para ti.
Tú te sentiste especial o creíste que podías ser especial, pero olvidaste que ya lo eras, antes de que alguien te hiciera creer que ese producto te hacía valer más. Dudaste, quizá regateaste y finalmente te convencieron que valía la pena la compra con alguna promoción del tipo "si te lo llevas ahora..." . Creíste, incluso, que el destino tuvo que ver con que ese vendedor tocara a la puerta justo ese día a esa hora en la que te encontrabas en casa, pero la verdad es que olvidaste que muchos vendedores han tocado a tu puerta, sin embargo, le creíste a ese, le creíste porque a todos nos gusta que nos hagan sentir especiales.
La emoción te invadió, te convenciste de que tu vida ahora era mejor, que tu vida estaba cambiando gracias a ese prodigioso producto. El vendedor te dijo que era lo mejor en su clase, que tuviste suerte en adquirirlo, que sus grandes virtudes harían de ti alguien más feliz.
Luego de usar el producto, descubriste que lo que el vendedor prometió no era lo que en realidad te vendió. No quisiste dudar de tu buen juicio al hacer tu compra, te han engañado otras veces y te convenciste de que esta vez no te habías dejado engañar pues invertiste mucho. Dices para ti que quizá aún estás conociendo el producto, así que te no te desanimas y dejas de darle importancia a las características que no funcionan como se suponía iban a funcionar. Al cabo del tiempo estás convencida de que ahora eres uno más de los compradores frustrados que hay en el mundo, te engañaron. La desilusión y la impotencia te invaden, pero tú insistes en que fue una buena compra. Cuando alguien te dice que el producto te afecta tú los ignoras. Has invertido tanto tiempo y tanto dinero fingiendo estar en lo correcto que ahora parece que sería una pérdida de tiempo reclamar una garantía que sabes que no existió desde el principio.
La verdad es que el producto fue el mismo desde el comienzo, pero la emoción no te permitió ver los defectos. No pudiste y no quisiste anticipar las fallas. De alguna manera te convenciste de que era lo mejor para ti y que ese producto mejoraría tu vida. ¿Qué harías? ¿Te quedas con tu compra o te deshaces de ella?
mayo 27, 2008
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2 comentarios:
Le saco provecho pese a sus fallas...
Al menos eso hice con mi compu :p
Abrazos :)
Jajaja! O es muy bueno tu sentido del humor o en verdad aplicaste aquello de sacarle provecho a esa relación o no quedó clara la metáfora... Saludos!
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