
No te asustes, no voy a narrar la vida de esta admirable mujer, pero curiosamente tiene muchas similitudes con un patrón de comportamiento al que recurrimos con frecuencia y, de corazón, espero que no te sientas identificado.
La Madre Teresa de Calcuta tenía una misión en la vida: amar, consolar y cuidar a los desvalidos, enfermos, desahuciados y moribundos seres humanos que encontraba en su camino. Así es, adivinaste. Muchas personas dedican su vida, de manera asombrosa, a reproducir el modelo de vida de la santa mujer pero en sus relaciones amorosas.
Por más increíble que parezca, he conocido a muchas personas a mi alrededor que tienen una inexplicable debilidad por las personas que usualmente se deprimen, que no tienen estima por sí mismas, que no saben lo que quieren y sabotean los planes de quien sí los tienen claros, de personas violentas que un día explotan y son capaces de llegar a los golpes (y nada garantiza que no lo volverán a hacer), de verdaderos vividores que le sacan el dinero a su pareja y con unos pases mágicos hasta la risa. Es una muy larga lista.
Ellos y ellas (¡qué corrección política la mía!) con paciencia y amor ven por sus niños, quienes necesitan de cuidados, comprensión y cariño. Llegan a pensar cosas como "qué sería de él o ella sin mí" o "me necesita" y escuchamos frases célebres como "no l@ dejaré porque me necesita". Y claro, en una relación de codependencia ambos son responsables. ¿Por qué se esfuerzan y se aferran a esa relación quienes tienen este síndrome? Es claro, en el fondo, como la Madre Teresa, quieren sacarlos del hoyo, levantarlos, sanarlos emocionalmente, ser sus redentores.
Uno cree que su pareja necesita su amor sacrificial y el otro, que su pareja debe querelo, aceptarlo y entenderlo con todo y sus traumas. Incluso cínicamente dicen que si su pareja decidió estar con él o ella a sabiendas de cómo era y de sus graves problemas, lo hizo bajo su propio riesgo y por lo tanto debe aceptar su destino. Ambos caminan, con todas sus heridas expuestas al rojo vivo, bajo la bandera del amor, un amor distorsionado que provoca un profundo dolor pues la relación no se vive, se sobrevive y tampoco se disfruta, se sufre, pero creen que es el precio dl amor que hay que pagar.
¿Necesitas lidiar con eso que te hace tanto sufrir? Quizá estés pensando, nadie me va a amar como él o ella y yo lo o la amo tanto, que estoy dispuesto a todo pero, esa idea, no dura para siempre. El cansacio te ha hecho cuestionarte si vale o no la pena. Siempre -siempre- encontrarás a alguien que corresponda lo que das y lo que sientes. A final de cuentas, la Madre Teresa no buscaba reciprocidad porque sabía que no la obtendría, pues sus enfermos y desvalidos no estaban en igualdad de condiciones para corresponder a su amor sacrificial.
La Madre Teresa de Calcuta tenía una misión en la vida: amar, consolar y cuidar a los desvalidos, enfermos, desahuciados y moribundos seres humanos que encontraba en su camino. Así es, adivinaste. Muchas personas dedican su vida, de manera asombrosa, a reproducir el modelo de vida de la santa mujer pero en sus relaciones amorosas.
Por más increíble que parezca, he conocido a muchas personas a mi alrededor que tienen una inexplicable debilidad por las personas que usualmente se deprimen, que no tienen estima por sí mismas, que no saben lo que quieren y sabotean los planes de quien sí los tienen claros, de personas violentas que un día explotan y son capaces de llegar a los golpes (y nada garantiza que no lo volverán a hacer), de verdaderos vividores que le sacan el dinero a su pareja y con unos pases mágicos hasta la risa. Es una muy larga lista.
Ellos y ellas (¡qué corrección política la mía!) con paciencia y amor ven por sus niños, quienes necesitan de cuidados, comprensión y cariño. Llegan a pensar cosas como "qué sería de él o ella sin mí" o "me necesita" y escuchamos frases célebres como "no l@ dejaré porque me necesita". Y claro, en una relación de codependencia ambos son responsables. ¿Por qué se esfuerzan y se aferran a esa relación quienes tienen este síndrome? Es claro, en el fondo, como la Madre Teresa, quieren sacarlos del hoyo, levantarlos, sanarlos emocionalmente, ser sus redentores.
Uno cree que su pareja necesita su amor sacrificial y el otro, que su pareja debe querelo, aceptarlo y entenderlo con todo y sus traumas. Incluso cínicamente dicen que si su pareja decidió estar con él o ella a sabiendas de cómo era y de sus graves problemas, lo hizo bajo su propio riesgo y por lo tanto debe aceptar su destino. Ambos caminan, con todas sus heridas expuestas al rojo vivo, bajo la bandera del amor, un amor distorsionado que provoca un profundo dolor pues la relación no se vive, se sobrevive y tampoco se disfruta, se sufre, pero creen que es el precio dl amor que hay que pagar.
¿Necesitas lidiar con eso que te hace tanto sufrir? Quizá estés pensando, nadie me va a amar como él o ella y yo lo o la amo tanto, que estoy dispuesto a todo pero, esa idea, no dura para siempre. El cansacio te ha hecho cuestionarte si vale o no la pena. Siempre -siempre- encontrarás a alguien que corresponda lo que das y lo que sientes. A final de cuentas, la Madre Teresa no buscaba reciprocidad porque sabía que no la obtendría, pues sus enfermos y desvalidos no estaban en igualdad de condiciones para corresponder a su amor sacrificial.
4 comentarios:
MEJOR NARRADO NO PODRIA ESTAR, LO DESCRIBISTE TAL CUAL ES EL SINDROME DE LA MADRE TERESA, ME GUSTO MUCHO Y CREO QUE ME IDENTIFIQUE NO SE SI UN POCO O UN MUCHO, AUN QUE LO SE QUE TENGO ESE ROLLO ME ES DIFICIL PODER DEJAR DE SERLO, NO NADA MAS EN EL PLAN DE PAREJA, TAMBIEN CON AMIGOS Y FAMILIA O PERSONAS QUE TENGO CERCA, ES PADRE SENTIR QUE AYUDAS A LAS PERSONAS, SIEMPRE Y CUANDO NO TERMINES AFECTADA.
SALUDOS
KIKA
Kika, que gusto recibir tu comentario. Tocaste un punto muy importante: es padre ayudar a las personas. Pero ¿sabes?, no es necesario involucrarte emocional o sentimentalmente con ellos simplemente porque no podrán corresponderte como tú quieres, no están en igualdad de condiciones ni de circunstancias. Qué bueno que te gustó. Hasta pronto.
"El cansacio te ha hecho cuestionarte si vale o no la pena. Siempre -siempre- encontrarás a alguien que corresponda lo que das y lo que sientes"...
Sigo a la espera de ese cretino :p
Chingón el post. Me sentí aludida... Me conoces, jejejeje.
Jeje! Haz de la espera algo emocionante. Por cierto, este sitio se trata de que todos nos sintamos aludidos por el simple hecho de ser humanos. Te conozco, claro, pero ningún post es personal, es sobre todos y sobre nadie. Beso!
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