junio 02, 2008

#7

Sé verdaderamene libre y haz un buen uso de tu libertad.

Muéstrame tu libertad por lo que haces y yo te mostraré mi libertad por lo que puedo no hacer.

La bandera de la libertad por los tiempos de los tiempos ha sido que puedo hacer las cosas que quiera porque puedo hacerlas. Las ataduras son la oposición de la libertad por antonomasia, por lo tanto, quien es libre, no está sujeto a nada, se ha dicho. Pero quien practica esta libertad es esclavo de sus deseos. ¿Soy verdaderamente libre cuando no hago otra cosa más que cumplir mis deseos? ¿Seré yo más fuerte que ellos o a ellos me someto al hacer lo que me place? Porque ¿quién soy yo sino aquello que quiero hacer?

La verdadera libertad es cuando puedo elegir. Si hago lo que deseo, soy esclavo de mi deseo. Cuando puedo elegir un bien supremo soy verdaderamente libre. Un bien supremo no es mi deseo, ni siquiera el de alguien más, sino hacer lo que alguien más necesita. Si voy a herir a alguien con mis palabras, haciendo uso de mi libertad puedo decir lo que siento, pero puedo no hacerlo porque ese alguien no necesita escucharlo. Soy libre de no herirlo con mis palabras y al mismo tiempo me libero de lo malo que pudiera guardar en mi corazón.

1 comentario:

Cecilia Guadarrama dijo...

Elijo ser libre y querer, aunque el otro elija no querer que lo quiera...
Abrazos :)