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Si tu felicidad depende de lo que estás por alcanzar-obtener-recibir-ser, tu vida se encuentra en una pausa permanente.

Ama lo que tienes, no ames lo que quieres. Por esperar lo que quieres, a veces ignoras lo que tienes (de esta lista mejor omite las cosas materiales, un buen día te quedas sin ellas). ¿Conformismo? No. Amar lo que tienes no es amar lo obtenido, si no a tu familia, tu trabajo, tu espacio individual o a tu pareja si la tienes, etc. No se trata de "valorar", se trata de saber que eres bendecido por ello y realmente disfrutarlo.

Amar lo que tienes no es dejar de desear o ambicionar, es ser lo suficientemente sabio como para apreciar lo que tienes sin subestimarlo y despreciarlo por lo que quieres. Es común que las personas desprecien lo que tienen ignorándolo o maltratándolo porque tienen su atención, su confianza y su esperanza puesta en algo que no es real (por lo menos aún), quizá un sueño. Ellos viven quejándose de su vida actual porque, comparada con la "visión", es insignificante.

Resultado: nunca estan contentos, nunca están satisfechos.